Sus botas resonaban con cada paso que lo acercaba al salón de clases aquel día lunes, día de la semana en que comenzaban las lecciones catedráticas. Sin embargo la actitud de Kito no era del todo gozosa, de hecho era todo lo contrario. Su cuerpo se sentía cansado lo que le inhibía la facultad de razonar con precisión, y el hecho de tener que aguantar a un puñado de crías molestas le hacía aún más pesado su grande y perezoso trasero.
A medida que se acercaba a su destino, se topaba con toda clase de "personajes particulares", desde chiquillos que chocaban contra sus muslos y lo detenían durante un momento , hasta maestros que pronunciaban sus grandes risotadas en medio del pasillo. Simplemente aquel día era pésimo para su gusto, no sabía si era el ambiente, o el hecho de que aún no podía encontrar su apreciado libro de "Anatomía básica". Aún así procedió a continuar con su rutina de cada día.
Lo único que diferenciaba aquel lunes del resto, era que ese lunes era el inicio de clases para los nuevos ingresados de la academia, y que peor día eligieron.
Al fin se topó con la gran puerta corrediza del salón de clases, desde donde se escuchaban los gritos y escándalos de los infantes. Se detuvo un momento para girar a la señal que indicaba el número del salón, "1-B". Tomó la hendidura que había en la puerta y halando con fuerza la corrió por la guía hasta azotarla, dejando que el golpe en seco se escapara hasta los pequeños tímpanos de los niños dentro. El silencio hizo acto de presencia en menos de un segundo, y la atención de todo individuo en el salón de clases se volvió hasta la presencia del joven Kito. Una vez con los ojos sobre él, dejó que su cuerpo se acercará hasta el escritorio, en donde yacían un par de tizas y un borrador. Tomó un trozo de tiza y se aproximó al frente de la pizarra justo al centro de ésta. Sin emitir ningún comentario, comenzó a escribir letra por letra en el centro, la palabra "Chakra" en romaji, y con un ágil desliz de la diestra, subrayó el texto.
Su cuerpo dio una media vuelta dándole la cara al alumnado. Si bien su presencia no era intimidante, lo era lo que estaba a punto de preguntar. Arrojó la tiza hasta el escritorio con un sutil movimiento. La tiza rodó por la superficie del inmueble hasta encontrarse con una caída contra el suelo. "¿Alguien me podría decir el significado de esta palabra?" - Echó ambas manos a sus bolsillos, y arrojando miradas a cada rincón de la habitación esperó por la respuesta de cualquiera que tuviera el valor de contestarle entre aquel silencio incomodo que se hizo notar en el aula.
"Vamos, pensé que era un grupo con mucho que decir, ya que su escándalo se escuchaba hasta el pasillo." - Exclamó con sorna y con una expresión arrogante pasmada en su rostro, no esperaba que alguien le contestara, pero nunca está de más aquel que destaca por sobre el resto, y eso es justamente lo que esperaba.
A medida que se acercaba a su destino, se topaba con toda clase de "personajes particulares", desde chiquillos que chocaban contra sus muslos y lo detenían durante un momento , hasta maestros que pronunciaban sus grandes risotadas en medio del pasillo. Simplemente aquel día era pésimo para su gusto, no sabía si era el ambiente, o el hecho de que aún no podía encontrar su apreciado libro de "Anatomía básica". Aún así procedió a continuar con su rutina de cada día.
Lo único que diferenciaba aquel lunes del resto, era que ese lunes era el inicio de clases para los nuevos ingresados de la academia, y que peor día eligieron.
Al fin se topó con la gran puerta corrediza del salón de clases, desde donde se escuchaban los gritos y escándalos de los infantes. Se detuvo un momento para girar a la señal que indicaba el número del salón, "1-B". Tomó la hendidura que había en la puerta y halando con fuerza la corrió por la guía hasta azotarla, dejando que el golpe en seco se escapara hasta los pequeños tímpanos de los niños dentro. El silencio hizo acto de presencia en menos de un segundo, y la atención de todo individuo en el salón de clases se volvió hasta la presencia del joven Kito. Una vez con los ojos sobre él, dejó que su cuerpo se acercará hasta el escritorio, en donde yacían un par de tizas y un borrador. Tomó un trozo de tiza y se aproximó al frente de la pizarra justo al centro de ésta. Sin emitir ningún comentario, comenzó a escribir letra por letra en el centro, la palabra "Chakra" en romaji, y con un ágil desliz de la diestra, subrayó el texto.
Su cuerpo dio una media vuelta dándole la cara al alumnado. Si bien su presencia no era intimidante, lo era lo que estaba a punto de preguntar. Arrojó la tiza hasta el escritorio con un sutil movimiento. La tiza rodó por la superficie del inmueble hasta encontrarse con una caída contra el suelo. "¿Alguien me podría decir el significado de esta palabra?" - Echó ambas manos a sus bolsillos, y arrojando miradas a cada rincón de la habitación esperó por la respuesta de cualquiera que tuviera el valor de contestarle entre aquel silencio incomodo que se hizo notar en el aula.
"Vamos, pensé que era un grupo con mucho que decir, ya que su escándalo se escuchaba hasta el pasillo." - Exclamó con sorna y con una expresión arrogante pasmada en su rostro, no esperaba que alguien le contestara, pero nunca está de más aquel que destaca por sobre el resto, y eso es justamente lo que esperaba.
- OFF:
- Bueno ésta es una pequeña introducción, espero y que se acoplen a sus personajes y que me demuestren esas ganas por echar adelante este gran foro. Esperaré por el primero que responda al post, aún así dejaré los turnos por aquí y de esa manera desenvolveremos la trama. Buenas vibras para todos, y espero y no haberlos hecho esperar mucho.
Turnos:
-Kito (Con este post comienzo)
-Amai
-Sion