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Emprendí mi caminata hasta encontrarme con las desoladas calles de Kirigakure a las afueras de la academia, aún sin notar que aquella niña iba siguiendome a hurtadillas tratando de ocultarse. Cargué mi mochila en mi espalda con los pergaminos ninja básicos, los cuales llevaba para dar mi clase. Supongo que por aquel día no los necesitaría más.
Continué mi andar por aquella calle empinada que terminaba en el edificio de la Mizukage, a paso paulatino y algo sereno mientras pensaba en que era aquello tan importante que debía ser mencionado a todo rango alto en la aldea. Sea lo que sea debía de ser de interés general para todos, y debía asistir a como de lugar.
A medida que avanzaba, el camino se acortaba hasta mi destino, no obstante no contaba con la inoportuna aparición de un puesto de Onigiris recién preparados. Simplemente el hambre brotó de mi cuerpo y no la pude ocultar por más tiempo, debía comer algo si quería mantenerme con energías. Me dirigí hasta el puesto y pedí una orden con 3 piezas de onigiris.
Cuando terminaron de prepararlas no pude evitar llevarme una a la boca dejando el resto dentro de la bolsa, simplemente me quedé inerte frente al puesto mientras terminaba de degustar mi bocado.
Emprendí mi caminata hasta encontrarme con las desoladas calles de Kirigakure a las afueras de la academia, aún sin notar que aquella niña iba siguiendome a hurtadillas tratando de ocultarse. Cargué mi mochila en mi espalda con los pergaminos ninja básicos, los cuales llevaba para dar mi clase. Supongo que por aquel día no los necesitaría más.
Continué mi andar por aquella calle empinada que terminaba en el edificio de la Mizukage, a paso paulatino y algo sereno mientras pensaba en que era aquello tan importante que debía ser mencionado a todo rango alto en la aldea. Sea lo que sea debía de ser de interés general para todos, y debía asistir a como de lugar.
A medida que avanzaba, el camino se acortaba hasta mi destino, no obstante no contaba con la inoportuna aparición de un puesto de Onigiris recién preparados. Simplemente el hambre brotó de mi cuerpo y no la pude ocultar por más tiempo, debía comer algo si quería mantenerme con energías. Me dirigí hasta el puesto y pedí una orden con 3 piezas de onigiris.
Cuando terminaron de prepararlas no pude evitar llevarme una a la boca dejando el resto dentro de la bolsa, simplemente me quedé inerte frente al puesto mientras terminaba de degustar mi bocado.
- Información:
- Amai, con el ánimo de continuar hasta la trama que se ha propuesto dentro del foro, me tomé la libertad de pensar en una manera de entrenarte indirectamente, así que dentro de este tema tu estarás siguiendo a mi personaje de manera sigilosa tratando de no generar ninguna clase de sospecha en mi Pj. Así que intenta utilizar todo lo que tengas a tu disposición y yo trataré de ayudarte un poco a medida que nos acerquemos hasta el edificio de la Mizukage.
Saludos.