El cielo, la tierra, la humanidad, todo cambia con el pasar de los tiempos, para mejor, para peor, todo siempre se vuelve desigual, o mejor dicho casi todo, ya que habrá algo que dicen que nunca cambiara, algo que no se puede ver a simple vista pero que en algunos momentos se puede apreciar, algo solo la raza humana tiene, !La voluntad por sobrevivir!.
O eso dicen en los libros de historia, los humanos, una y otras veces, han luchado por lo que querían proteger, siempre perdiendo amigos, o solo simples compañeros, familiares y demás. Siempre el ser humano ha sacrificado algo para obtener o intentar obtener algo que le viene mejor.
El curso del tiempo cambia, los tiempos cambian, pero mi alma no, mis ganas por avanzar y conseguir mas, mas y mas fuerza aun no han parado, mi codicia dirá que es grande, yo les suelo decir que me guió hasta donde mi fuerza me lleve y si llego a mi limite lo intento romper. Y así fue fue que gracias a esos deseos pude sobrevivir, quizás solo para contar este catastrófico desastre es increíble como los Shinobis por el solo hecho de volverse invencibles son capaces de todo no importando a quien se lleven o cuanto haya que sacrificar, todo sea por el bien propio, esto debería parar y el primer paso seria dar informe sobre los horrorosos experimentos llevados por estos sujetos y quizás así ponerle fin y acabar con aquella nueva organización. aunque aun el lugar no estaba especificado en la nota sabían que aquellos Kages tendrían mas medios para averiguarlo y dar con el lugar por lo que este detalle no importaba en lo mas mínimo hasta ahora.
Tras encontrarse frente a las enormes puertas de Sunagakure y sabiendo que eran de los lugares mas protegidos de cualquier otra parte aquella persona encapuchada alzo su mano derecha al aire y como acto seguido un ave espectacular se poso sobre ella y justo cuando lo hizo este tomo aquella nota y se dispuso a sujetarla de la pata del animal esperando que fuera entregada a las oficinas centrales de la Arena, una vez hecho esto este solo retomo su camino para asi desaparecer entre aquellas cortinas de arena que permanecían en el país.
O eso dicen en los libros de historia, los humanos, una y otras veces, han luchado por lo que querían proteger, siempre perdiendo amigos, o solo simples compañeros, familiares y demás. Siempre el ser humano ha sacrificado algo para obtener o intentar obtener algo que le viene mejor.
El curso del tiempo cambia, los tiempos cambian, pero mi alma no, mis ganas por avanzar y conseguir mas, mas y mas fuerza aun no han parado, mi codicia dirá que es grande, yo les suelo decir que me guió hasta donde mi fuerza me lleve y si llego a mi limite lo intento romper. Y así fue fue que gracias a esos deseos pude sobrevivir, quizás solo para contar este catastrófico desastre es increíble como los Shinobis por el solo hecho de volverse invencibles son capaces de todo no importando a quien se lleven o cuanto haya que sacrificar, todo sea por el bien propio, esto debería parar y el primer paso seria dar informe sobre los horrorosos experimentos llevados por estos sujetos y quizás así ponerle fin y acabar con aquella nueva organización. aunque aun el lugar no estaba especificado en la nota sabían que aquellos Kages tendrían mas medios para averiguarlo y dar con el lugar por lo que este detalle no importaba en lo mas mínimo hasta ahora.
Tras encontrarse frente a las enormes puertas de Sunagakure y sabiendo que eran de los lugares mas protegidos de cualquier otra parte aquella persona encapuchada alzo su mano derecha al aire y como acto seguido un ave espectacular se poso sobre ella y justo cuando lo hizo este tomo aquella nota y se dispuso a sujetarla de la pata del animal esperando que fuera entregada a las oficinas centrales de la Arena, una vez hecho esto este solo retomo su camino para asi desaparecer entre aquellas cortinas de arena que permanecían en el país.
- Carta:
- “No me queda mucho tiempo. Escribo esta carta… No sé para quién, para todos, para todo el que pueda leerla.
Estoy encerrado en uno de los calabozos donde esos tipos encierran a los futuros sujetos de pruebas. Lo que sé es que los que salen no vuelven ya, yo tampoco lo haré.
Imagino que todo se estará convirtiendo en un caos, asi que intentaré revelar lo poco que he conseguido en mis días aquí. No todo está perdido.
La organización Alfa, asi se llaman, y su plan… “Resurrección”, imagino que ya habréis podido adivinar por qué.
Tienen laboratorios bajo tierra en numerosas partes del mundo, algunos bajo bosques, otros incluso bajo locales que tienen comprados. Los pude seguir hasta un bar de Rayshin, les pude ver ocultándose en una trampilla bajo una alfombra. Aquel trozo de madera tenía grabada una “A”, imagino que referente a su nombre.
Después… Se apagó todo y cuando desperté estaba aquí.
Ocultan su rostro bajo capuchas porque en su frente también tienen grabada una “A” con fuego. Malditos lunáticos asesinos… Me contaron que en principio su plan era el de hacer ninjas más poderosos. Funcionó, consiguieron una droga inhumana, y ahora esos ninjas se encuentran en sus filas.
Debido a su éxito, después quisieron más, y se pasaron al sitio donde nadie debe tocar. Intentaron resucitar a los guerreros caídos.
Durante unos minutos, o incluso unas horas o días, funcionaba, pero después iban gastándose, perdiendo la cabeza, convirtiéndose en monstruos.
Ahora, su plan es muchísimo peor… Intentan controlarlos.
Alguien debe detenerles, no puedo imaginar qué ocurrirá si lo logran.
Tienen el antídoto, esa es la clave. Les oí hablar de él, pero nadie suelta nada, y tienen pinta de no decir nada ni siquiera en la peor tortura. Sólo tengo un nombre, “T’hor”.
Lo único que te pido a ti, seas quien seas, es que por favor hagas correr esta carta o compartas tu información con todos los que puedas. Puede que nuestro destino esté en tus manos… “